El artista contemporáneo suizo Frantiček Klossner trabaja en las disciplinas de videoarte, escultura, instalación, dibujo y poesía visual. En sus obras, combina los medios de expresión de las artes visuales con los de las artes escénicas. Toda su obra artística está impregnada de cuestiones existenciales. En él, el cuerpo humano actúa como representante de los procesos de individuación mental e interdependencias sociales. Entre sus grupos de obras más conocidos están los "Melting Selves". Los autorretratos congelados en hielo cuentan de forma poética e inquietante lo que es su arte: las metamorfosis de la vida, el ego en transición, las interacciones entre las fuerzas externas e internas. La vehemencia de su lenguaje visual invita al público a cuestionar las imágenes interiores y a examinar su propio pensamiento. Con sus diversas obras, que a menudo parecen montajes científicos experimentales que exploran las delicadas membranas entre el cuerpo y el espacio, la vista y el pensamiento, Frantiček Klossner es uno de los representantes más importantes y productivos de la escena del arte mediático suizo.

Desde 1990, sus obras han sido representadas internacionalmente en exposiciones y en el marco de festivales de arte multimedia. Entre las exposiciones individuales que le han dedicado se encuentran la Kunsthaus Grenchen, Suiza (2001), el Centro d'Arte Contemporanea CACT, Bellinzona, Suiza (2002), el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires MAMBA, Argentina (2004), la Galería de Arte Universal, Santiago de Cuba (2005), el Centro de Expresiones Contemporáneas, Rosario, Argentina (2007), el Kunstmuseum Solothurn, Suiza (2008), el Kunsthaus Interlaken, Suiza (2013), el Kunsthalle Wil cerca de St. Gallen, Suiza (2014) y el Kunstverein Ruhr en Essen, NRW, Alemania (2015).

Frantiček Klossner completó su formación artística en la Escuela de Arte y Diseño de Medios F+F de Zúrich (1985-1989), donde enseñaron artistas como Hansjörg Mattmüller, Valie Export, Morgan O'Hara, Hermann Bohmert, Norbert Klassen, Vollrad Kutscher, Peter Weibel y el filósofo cultural Gerhard J. Lischka. Durante este tiempo, las conferencias periódicas de filósofos actuales como Paul Virilio, Jean Baudrillard, Vilém Flusser y Niklas Luhmann en el Museo de Arte de Berna, bajo la dirección de Jean-Christophe de Tavel, dejaron su huella.

Tras sus estudios, obtuvo una beca de arte de la ciudad de Berna, que le permitió instalarse en un estudio del East Village de Nueva York. Allí se centró en el videoarte, la performance y las instalaciones. Estas nuevas obras llamaron mucho la atención en sus primeras exposiciones importantes en Suiza y Alemania. En 1992, su obra recibió la beca Louise Aeschlimann y Margareta Corti de la Sociedad de Arte de Berna. Tres años después fue invitado a participar en un programa de residencia en el Instituto Suizo de Roma. Tras una estancia de dos años en el Istituto Svizzero (1996-1998), se instaló en la ciudad de Roma, donde permaneció hasta el año 2000. Tras su regreso a Suiza, dirigió el proyecto de exposición "Identité mobile" para la Exposición Nacional Suiza Expo.02 y participó en la Exposición Nacional de Estiria en Graz con un análisis público de sus propios genes "Remastered Remix Identity".

Paralelamente a su carrera artística independiente, el artista también participó desde el principio como comisario e iniciador en la promoción del arte mediático y la performance en Suiza. En 1987 fundó el grupo de performance STOPPT junto con Norbert Klassen y Janet Haufler. Junto con el grupo coordina la "Red de Arte de Performance" internacional en la antigua Galería Lydia Megert de 1989 a 1990. En 1992 fundó el festival de videoarte "Peep Art" en Berna, que dirigió hasta 1996. En 1995 comisaría la exposición "Always Online" en la Stadtgalerie Bern y, junto con Gerhard J. Lischka y Boa Baumann, fundaría el "Performance Video Computer Clip Club" para promover el arte mediático. De 2006 a 2009 es comisario del "Valiart Kulturraum für Medienkunst" e inicia un programa plurianual de arte de performance en la Haus der Universität Bern. Frantiček Klossner promueve el arte contemporáneo en varias asociaciones y en dos fundaciones culturales suizas.

Su actividad docente en las escuelas de arte suizas comenzó en 1993 con un primer trabajo como profesor de videoarte en la F+F Kunstschule de Zúrich. Enseñó allí hasta el año 2000 y, junto con Thomas Gränicher, creó el curso de Nuevos Medios. Después de trabajar para Expo.02, asumió otras tareas docentes en la Kunsthochschule Nordwestschweiz FHNW (Departamento de Arte Mediático de Aarau) y en la École cantonale d'art du valais ECAV. Desde 2006 enseña en la Universidad de las Artes de Berna HKB.

En 2017, desarrolló una novedosa oferta educativa para las escuelas de formación profesional en el ámbito de la enfermería. "Arte y Medicina / Cultura y profesiones de la salud" fue premiado como proyecto educativo especialmente innovador y ejemplar y se llevó a cabo con gran resonancia pública en numerosas universidades suizas de ciencias aplicadas de los cantones de Berna y Vaud. El Museo de la Main UNIL-CHUV Lausana dedicó al proyecto una gran exposición especial ART SOIN 2021.

Las obras de Frantiček Klossner están representadas en numerosas colecciones públicas de arte: Museo Nacional Suizo, Kunsthaus Zürich, Colección Reinking de Hamburgo, Fundación Moses Mendelssohn de Berlín, Colección Federal de Arte de la Confederación Suiza, Colección Carola y Günther Ketterer-Ertle, Departamento de Grabados y Dibujos de la Biblioteca Nacional Suiza, Musée d'art et d'histoire Fribourg MAHF, Museo de Bellas Artes de Berna, Neuer Berliner Kunstverein, Ursula Blickle Videoarchiv, Österreichische Galerie Belvedere Wien, Centro de Arte y Medios de Karlsruhe ZKM, Colección Tomarkin Berlin, Museo de Arte Moderno de Buenos Aires MAMBA Argentina, Museo de Bellas Artes de la Ciudad de Solothurn, Mobiliar Art Colección, Colección de arte del Cantón de Berna, Colección de arte de la ciudad de Zofingen, Kunsthaus Pasquart Biel, Colección de arte de la Banque Bonhôte en Neuchâtel, Instituto Suizo en Roma

2018 Premio honorífico de la Asociación Network
2017 Ganador del concurso "Kultur.Digital", Cantón de Berna

2009 Art Position Award, Premio del Público, Cantón de Vaud
2009 Media Art Award, Banco Valiant

2007 Beca del Fondo Cultural, Oficina Federal de Cultura

1999 Nominación al Premio Böttcherstrasse, Bremen

1997 Beca de la Fundación UBS para la Cultura

1997 Premio de Videoarte, Turingia y Renania-Palatinado

1996 Miembro del Instituto Suizo de Roma

1992 Premio de Arte de la Fundación Aeschlimann-Corti

1991 Nueva York Studio Grant, Beca de la ciudad de Berna

Frantiček Klossner llama a su serie de obras con retratos y cuerpos congelados "Infinite Performance". El concepto performativo no sólo está concebido para la duración de una exposición, sino que ha abarcado ya más de 30 años, desde sus primeras "congelaciones" (1990) hasta hoy, cada vez en un nuevo contexto en numerosas variaciones instalativas o mediáticas. Cada nueva puesta en escena es un proceso temporal. Involuntariamente, uno piensa en la fugacidad y en las vidas que pasan. Pero la atracción de la obra y su carisma, igualmente fuerte, son capaces en su totalidad de estimular pensamientos, sentimientos y recuerdos cuya unión es ya específica del arte. Así pues, no se trata sólo de un autorretrato hecho de hielo que se derrite lentamente, sino sobre todo de una "imagen humana del presente" que cambia imperceptiblemente, pero visiblemente, para finalmente disolverse por completo. El "cada vez menos" de la escultura de hielo sólido forma parte de la comprensión de Franticek Klossner de su obra y de su concepto tanto como la repetición ritual y la recurrente "congelación de uno mismo". Su obra se encuentra en un constante estado de flujo entre la fugacidad y la reaparición. Para ello, el artista recurre a escenarios simbólicos ambiguos y a la reactivación consciente de nociones milenarias del tiempo. Se trata de una imagen escultórica del hombre que lleva el tiempo dentro de sí, por así decirlo, y que encarna varios conceptos del tiempo. De este modo, también plantea la cuestión existencial del "tiempo interior" y el "tiempo exterior" del hombre. (Dr. Peter Friese, Kunstverein Ruhr, Essen, 2015)

A la pálida luz de una bombilla, el artista guarda una multitud de autorretratos congelados. La extraña colección parece un experimento clínico. Las lúcidas cabezas del artista se alinean frontalmente en estanterías metálicas. El proceso de congelación da a cada cabeza una forma diferente: Erizados, desgarrados, divididos o en perfecta semejanza, reflejan toda la gama de deformaciones y cambios de forma. Al enfrentarnos a estos "yoes congelados", pensamos involuntariamente en el bestseller de Richard David Precht "¿Quién soy yo? El físico vulnerable de los "yoes" almacenados se convierte en un símbolo de las condiciones humanas. En el frío de la cámara frigorífica, los procesos de nuestra percepción se intensifican: ¡con cada respiración, el frío nos penetra! Respiramos el trabajo ... y cuando exhalamos, el calentamiento del aire que respiramos deja una escarcha cada vez mayor en nuestras cabezas congeladas. Como una fina piel, el aliento del público cubre la obra del artista. (Mechthild Zawadinsky, Kunsthalle Osnabrück, 2011)

Inge Herold, en: «El busto desde Auguste Rodin», Städtische Museen Heilbronn, 2005

Al igual que Dieter Roth, Franticek Klossner somete su autorretrato a la deformación y la disolución, pero el aspecto del ciclo del devenir y el fallecimiento también desempeña un papel importante en su obra. Además, su material tiene una calidad completamente diferente a la de Roth. Los autorretratos de Klossner, titulados "Melting Selves", que lleva creando desde 1990, son moldes de agua congelada que utiliza de diversas formas en instalaciones, performances y secuencias de vídeo. El agua no sólo es la materia vital por excelencia, sino también un elemento extremadamente cambiante que se presenta en tres estados: líquido, sólido (nieve y hielo) y gaseoso (bruma, niebla, vapor). Los procesos de congelación y fusión son -como el horneado en las obras de Quinn- procesos deformantes que desarrollan un fuerte impulso propio, sobre el que el artista no tiene control. A la deformación y disolución por fusión -que debe entenderse como metáfora del tiempo y la fugacidad en sus obras anteriores- se contrapone la idea de renacimiento y renovación de Klossner en una obra de vídeo desarrollada especialmente para la exposición "La mitad superior". Seis bustos del artista se descomponen y resurgen en un proceso rítmico que se acompaña de una secuencia minimalista de sonidos basados en sus latidos. Los bustos se derriten -con las gotas subiendo metafóricamente al cielo como burbujas de pensamiento- y se reforman a partir de gotas que suben desde abajo: una inversión del proceso real. Klossner combina la idea de un ciclo eterno de la vida con el tema de la autoexploración y la cuestión de la identidad: "No existe el individuo, somos identidad líquida. Cualquier detención es inútil: el tiempo es un cambio de forma".

Las obras de Frantiček Klossner están impregnadas de cuestiones existenciales y abordan los procesos de individuación mental y las interdependencias sociales. La videoinstalación "ex vivo - in vitro" lo muestra de forma particularmente vívida: el escenario recuerda a una colección de especímenes anatómicos húmedos en un museo de historia de la medicina. En grandes frascos de vidrio sumergidos en líquido, aislados, conservados y separados unos de otros, descubrimos cuerpos humanos desnudos y cabezas parlantes. Los cuerpos se retuercen en los confines de su encapsulamiento. Las cabezas giran alrededor de su propio eje como si fueran globos. Los rostros que pasan se convierten en mapas del mundo de vidas ya vividas. La situación pone de manifiesto lo que el aislamiento social y la exclusión hacen a la psique de una persona. Pero dentro de los frascos de vidrio germina la resistencia humana. Con sus voces hipnotizantes y sus palabras repetitivas que se superponen y contradicen, cautivan al público. De este modo, los individuos separados entre sí transmiten una imagen muy potente y actual de la sociedad actual y de la idea de lo que puede significar ser humano.

El esqueleto de un cráneo humano, moviéndose vivamente y mirándonos desde sus huesudas cuencas oculares, tiene un efecto aterrador e irritante. En la carne un cráneo, ¿vivo? El autorretrato poco convencional en la iluminación de rayos X se enmarca en la forma clásica de un medallón y remite así a las características pictóricas de las joyas de luto de los años de la posguerra. Pero la videoperformance de Frantiček Klossner es un memento mori lleno de autoironía y de placer palpable en la experimentación artística con los medios de imagen médica. Las asociaciones opresivas están claramente contrastadas por la picardía y el humor negro. La muerte parece querer decirnos que la vida después de la muerte será tan sensual y extraña como nuestra contradictoria existencia en ese tiempo que llamamos presente. (Léonard Cuénoud, 2000)

«Mi cráneo encuentra su cara», Autorretrato en radioscopia, Vídeo en tiempo real bajo fluoroscopia, Pintura facial con contraste líquido médico, Frantiček Klossner, 1999, , Imagen de rayos X en colaboración con el Instituto de Radiología de la Universidad de Berna

Caroline Schuster Cordone, Vicedirectora del Museo de Arte e Historia de Friburgo MAHF, 2022

La transformación y la fragmentación del cuerpo están en el centro de la obra de Frantiček Klossner. Desde 1989, fabrica "pieles" de tamaño natural con caucho. Se trata de moldes realistas de su propio cuerpo, que utiliza para congelar sus retratos de hielo "Melting Selves". La producción de estas obras es el resultado de un trabajo lento y meticuloso que se asemeja a un ritual: el artista aplica el material en finas capas, capa tras capa, dejándolo secar entre dos aplicaciones. Son necesarias numerosas pasadas para obtener el grosor necesario para imitar la piel real. El resultado, a lo largo de los años, es una serie de pieles extirpadas -como crisálidas de vidas anteriores- o reliquias del pasado. El envejecimiento natural de estas obras (debido al oscurecimiento y secado del material), así como las huellas de las etapas de trabajo (arañazos, cortes, heridas), confieren a cada una un aspecto singular.

Estos fragmentos, que el artista moldea y conserva de su propio cuerpo, pueden leerse como estaciones ritualizadas en un proceso de individuación humana y artística. Los "desollados" de Klossner también forman parte del diálogo del artista con la tradición antigua y bíblica y la historia cultural. Uno piensa en el mito de Marsyas, el músico sátiro desollado por Apolo, o en Bartolomé, el apóstol desollado cuya piel se convirtió en su atributo. Un último eslabón inspirador es la presentación de obras agrupadas en una exposición. El colgado de varias pieles de Klossner adquiere la apariencia de visiones fantasmagóricas. Las pieles parecen levitar, con los párpados cerrados, dirigidas hacia un mundo imaginario. Uno recuerda inevitablemente el famoso grabado de Francisco de Goya, El sueño de la razón produce monstruos, de su serie Los Caprichos. En ella, el pintor dormido da a luz a criaturas voladoras y amenazantes de la noche. Según Goya, "la imaginación sin la razón produce monstruos imposibles: unida a ella, es la madre de las artes y el origen de las maravillas". El vínculo con Klossner es doble: formalmente, en la visión de un misterioso e inquietante vuelo de la fantasía que el artista ha creado, pero también en la relación entre la razón y la imaginación. La práctica de Frantiček Klossner combina el pensamiento filosófico ilustrado con una libertad artística a la altura de su imaginación para expresar tanto el surgimiento del yo, como su metamorfosis y su borrado.

Despojarse de su propia piel permite finalmente al artista encarnar el paso del tiempo, visualizar las etapas de su evolución personal como hombre y como creador, materializar sus metamorfosis y su recorrido vital como una serpiente que abandona repetidamente su propia piel para renacer a sí misma.

Llamada y reporte es un apelación al tema de la violencia, una obra interactiva en donde el espectador, al poner el cuerpo y la voz, participa activamente en el juego victima-victimario que sugiere la obra. Es también una mirada paródica sobre la cosmovisión que se tiene acerca del ejercicio militar de los soldados suizos. Esta videoinstalación es presentada como una pintura mural que puede ser manejada directamente por el público mediante impulsos acústicos. Las proyecciones de video se van convirtiendo, a través de la interacción del público, en un „video affresco“. Cinco soldados suizos uniformados salen a escena en una danza improvisada, estableciendo un diálogo poco convencional con el público. La instalación se expuso por primera vez en el Kunstmuseum Solothurn (Suiza). A esto le siguieron numerosas presentaciones en museos europeos y sudamericanos, incluido el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires MAMBA.

Michaela Nolte, sobre la serie de obras "Kunst macht Politik", 2007: En su archivo de actuaciones interactivas "Kunst macht Politik" (desde 2003), Frantiček Klossner teje un bucle de diálogo de diversas redes con grabaciones de vídeo de unos 500 trabajadores culturales hasta la fecha. No se trata de una colección convencional, sino de un entramado rizomático, con el artista como benefactor de la comunidad por la interferencia humana, artística y mediática. Trabajadores culturales, mediadores culturales y políticos culturales son animados por Frantiček Klossner a acciones espontáneas, actuaciones o improvisaciones íntimas, de las que -en el sentido de "La flor está siempre ya en la almendra" de Gaston Bachelard-, surgen miniaturas poéticas y surrealistas. La performance Paradise de Sandra Gianfreda y Bernhard Mendes Bürgi en el Limonero del Conocimiento del Kunstmuseum de Basilea, por ejemplo, o el colectivo de artistas al que Klossner atrae ante su cámara con la simple instrucción de la mesa de reparto de pisos del pavo real: "¡Sube por las paredes!". El artista como animador nos hace pensar lo imposible y lo pone en acción. El artista como archivero crea documentos no convencionales basados en el deseo del arte, incluyendo numerosos momentos ahora históricos como la actuación de Martha y Maurice E. Müller con pala y pico en la fosa de excavación del naciente Zentrum Paul Klee o la actuación "Abbey Road" con Balthasar Burkhard, Claude Kuhn, Gerhard Johann Lischka y Alexander Tschäppät en un paso de cebra en el barrio de la embajada de Berna. "Fundamental para las diversas manifestaciones del arte de la performance [...] es la ejecución física de una acción", dice un lector de performance. Aparte de que esto suena a fuerza mayor, Frantiček Klossner refuta tal definición con sus obras intermedias, en las que el vídeo, la performance, la fotografía o la instalación apuntan siempre más allá de un solo medio. No es la ejecución física, sino el placer físico y la interacción de los intérpretes y los espectadores lo que aparece como un momento central en la obra del artista; el humor como otro. El humor como catarsis. Desde las artes visuales, Klossner actúa con descaro, astucia e innovación. Examina el cuerpo como una escultura, como una obra de arte que se disuelve y vuelve a generarse a sí misma, y con toda naturalidad permite que la danza, el lenguaje, el dibujo y la escritura fluyan hacia el cruce de límites como actitud performativa básica. Así que parece coherente que la ejecución física se suspenda por completo en lo que Klossner denomina la "actuación más definitiva". Tim Steiner, un artista amigo de Frantiček Klossner, que lleva una obra de Wim Delvoye en la espalda como portador de una imagen viva, tuvo que hacerse cortar el famoso tatuaje para una intervención médica. Frantiček Klossner acompañó a su amigo durante la anestesia en el quirófano y documentó la operación junto con el fotógrafo Simon Schmid. "La pérdida de la conciencia me causó una profunda impresión y me llevó a preguntarme si la conciencia es necesaria en absoluto para la actuación. El cuerpo de Tim Steiner flotando en la anestesia estaba increíblemente presente y en su absoluta pasividad ponía un contrapunto fascinante al querer activo del arte". La actuación del amigo anestesiado se convierte en una experiencia inmersiva de arte, de ser arte, completamente impregnada de auténtica autoevidencia, donde las imágenes no se erosionan sino que siguen funcionando e inspirando lo (aparentemente) imposible. El artista se convierte en un susurrador de arte. En el límite entre lo explícito y lo implícito, el arte de Klossner libera energía y tiene potencial de contagio.

La serie fotográfica "His- & Herstory" de Franticek Klossner surgió de una serie de actuaciones entre 1994 y 1999. Con el título, la artista se refiere a la percepción femenina y masculina de la historia cultural. ¿Es nuestra historia cultural y de mentalidad una historia de hombres (SU historia)? Y si es así, ¿de qué hombres? ¿Dónde está la historia cultural de las mujeres (HER-story)? Para enfrentarse a estas cuestiones de forma personal, el artista entra en relación física con objetos culturales que le parecen especialmente representativos de la historia de las mentalidades europeas. Estos testigos simbólicos los encuentra en Berna, por ejemplo, en las esculturas griegas y romanas de la Colección de Antigüedades Clásicas o en las plazas públicas y en los cruceros secretos de la ciudad de Roma, donde realizó una residencia de dos años en el Instituto Suizo. Las fotografías le muestran desnudo en una conversación bidireccional con determinados bustos y esculturas que encontró, por ejemplo, durante sus paseos nocturnos por Roma. Junto con su amigo fotógrafo Gian Paolo Minelli, visita a los "conocidos nocturnos" al día siguiente y hace que el "acercamiento físico" sea capturado fotográficamente. Dice de manera punzante y exagerada: "La historia cultural es una relación puramente física". Al mismo tiempo que esta serie fotográfica, que duró varios años, también creó sus aclamadas videoinstalaciones con "bustos parlantes". Mediante un proceso de mapping, proyectó grabaciones de vídeo sobre los bustos de Hermes de Olimpia y Apolo del Belvedere. De este modo, dio a las deidades griegas una voz concisa del presente. En una encuesta callejera, había preguntado a los transeúntes sobre su "primer encuentro con el arte contemporáneo". Estas historias dieron lugar a un discurso extremadamente poético sobre el arte contemporáneo entre Hermes de Olimpia y Apolo de Belvedere. Sin embargo, en otro nivel, estas videoinstalaciones fueron también una astuta respuesta del pionero del vídeo a la polémica de la época, que devaluaba el arte de los medios de comunicación en comparación con la pintura y la escultura, alegando que no había un original en las cintas de vídeo, sino sólo copias. Franticek Klossner se opone a esta actitud conservadora de una forma física lujuriosa y demuestra con sus acciones que incluso las nobles esculturas de la Colección de Antigüedades Clásicas son meras copias de yeso y que, en última instancia, sólo su propio cuerpo desnudo es un original. Así, por un lado, el artista de la performance y los medios de comunicación se rebela contra el concepto convencional de arte de los años ochenta y noventa; por otro, provoca la percepción burguesa del arte al incluir despreocupadamente las obras famosas de la antigüedad griega (como el Apolo del Belvedere, el lanzador de discos de Mirón o el Fauno Barberiano) como compañeros de la performance y jugar con accesorios como una muñeca de goma hinchable o el molde de yeso del pecho derecho de Pipilotti Rist. De manera evidente, el artista señala su cercanía a las cuestiones de género, al movimiento femenino y gay y a la diversidad cultural. De forma combativa, pero también ligeramente tímida, quiere seducir a su público artístico para que se cuestione su propio pensamiento sobre las normas de género y la identidad de género. Su forma de pensar no es prepotente ni provocativa, sino astuta y seductora. Dejan al público tiempo suficiente para cuestionar las imágenes interiores. Precisamente por eso, su serie de obras fotográficas resulta especialmente interesante para la exposición comisariada por Kathleen Bühler sobre "El cuestionamiento de la masculinidad" en el Kunstmuseum de Berna. La diversidad cultural, el cambio social y el examen de las viejas y nuevas ideas de la masculinidad están inextricablemente ligados a la obra de Franticek. Por ello, no es de extrañar que en el Museo de Antigüedades se desnude y se oponga con burla y mucha autoironía al concepto de "kalokagathia", el ideal griego de excelencia física y mental: "kalòs kaì agathós".

Con birlos o rotuladores, Frantiček Klossner dibuja los hitos de la historia del arte en las barrigas de sus amigos. El cuerpo se convierte en el portador de la imagen... un mediador entre la historia del arte reciente y el arte contemporáneo. El ombligo - umbilicus - actúa en los dibujos como punto de partida y descarado protagonista: con la boca abierta y asombrada en el "Angelus Novus" de Paul Klee, como glande del pene erecto en el "Hombre de pie" de Pablo Picasso u oculto tras el denso vello corporal en el "Desayuno en pieles" de Meret Oppenheim. Los dibujos garabateados en los cuerpos no sólo hacen cosquillas a sus portadores, sino también a nuestras mentes: sonriendo, redescubrimos la historia del arte. Con picardía, Frantiček descodifica la esencia de las obras citadas, creando una imagen extremadamente física para la apropiación personal de la historia cultural: el arte se incorpora con placer.

Un autorretrato del artista hecho de hielo cuelga sobre una gran extensión de agua. Al principio de su colgado, es el molde exacto 1:1 de la cabeza del artista. Recién salido de la cámara frigorífica, colgado boca abajo en un lazo metálico, este impresionante cuerpo de hielo se cubre primero con una aterciopelada capa blanca de escarcha antes de empezar a derretirse gradualmente debido a la temperatura ambiente. Finalmente, los finos cristales de hielo blanco se disuelven y las gotas de agua que caen se convierten en el ritmo cardíaco de la videoinstalación. Proyectadas sobre el agua, aparecen alternativamente la grabación de un ojo atento y la imagen de un joven desnudo en posición fetal. Se ha colocado un proyector de vídeo de forma que estas imágenes se reflejen y amplíen exactamente desde la superficie del agua hasta la pared opuesta de la sala. Sin embargo, las gotas de agua irregulares que caen constantemente de la cabeza del artista que se derrite, crean naturalmente círculos concéntricos pulsantes en el agua, como gotas de lluvia individuales en un lago. Y como la proyección de vídeo es una "imagen de luz", las ondas crean múltiples refracciones y amplitudes visuales dentro de la imagen del espejo, así como en la proyección de la imagen. De este modo, se crea una situación impresionante y en constante cambio, tanto en la superficie del agua como en el propio vídeo, en el que el espectador se incluye como si fuera por sí mismo. Parece como si la mirada del espectador fuera respondida por la hipnótica contramirada del gran ojo, al que sigue el cuerpo acurrucado del joven desnudo. Y todo ello está impregnado por los dinámicos círculos concéntricos y las oscilaciones que emanan de las gotas de agua, para finalmente condensarse en una impresionante imagen de conjunto que desafía la atención del espectador. (Texto: Peter Friese, Kunstverein Ruhr, 2015)